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“MUTUALISMO: EXPANSIÓN Y EFICACIA”
Por: Licenciado BLAS JOSÉ CASTELLI
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“La intención de las personas que comenzaron a constituir las primeras instituciones mutualistas, se pierde en la noche de los tiempos, como han señalado prestigiosos historiadores e investigadores del tema.
La fórmula se expandió con incontenible rapidez. Así fue ensayándose en diversas regiones del planeta. Se originó en el seno de la clase laboriosa. Sus integrantes, al calor de nobles y sólidos impulsos solidarios, basados en la confianza mutua, generaron el accionar recíproco.
El método fue creciendo, en algunos países en forma lenta, pero con armonía y positivismo. Durante el siglo anterior, el sistema se confundió con la democracia de masas, ambiente en el cual el Mutualismo encuentra su marco adecuado, por su filosofía y práctica.
Las fuentes del sistema Mutual las encontramos perfectamente en la vida diaria, en la acción cotidiana de los hombres y las mujeres que se esfuerzan por aspirar a vivir en buenas relaciones con sus semejantes, sean éstos vecinos, de una misma comunidad, de igual gremio, nacionalidad, profesión, o simplemente, amigos.
Una vez que se une en este tipo de asociación, los seres humanos no se sienten aislados, ni desprotegidos. Están convenientemente integrados en una comunión de ideas, propósitos y fecundas aspiraciones.
Si nos pidiesen una definición acerca de lo precedentemente narrado, en forma simple y sintética, responderíamos: “el Mutualismo nace de una coyuntura muy peculiar con el objeto de unir el sentimiento de los hombres y de las mujeres en defensa de sus más apremiantes necesidades e intereses, y, en especial, protegerse de las grandes fuerzas económicas y financieras que no alientan la solidaridad entre las personas”.
A lo expuesto agregamos que las asociaciones Mutualistas, tal como las conocemos por su expansión en nuestro país, y en el mundo, tienden a reforzar las relaciones humanas, para convertirse, por esta vía, en factores interesantes de comunicación y de socialización, con el sentido más sublime que puedan los hombres pensar y concebir.
Sí en el plano social representan y promueven la buena convivencia, en el plano económico por sus atributos surgen a diario nuevas áreas de aplicación, para el mejoramiento del conjunto.
A medida que crece su gravitación se afirma el convencimiento, aún entre los débiles defensores del sistema, acerca de que el Mutualismo representa cabalmente el efectivo instrumento para elevar el nivel de vida de todos los que voluntariamente participan, con la finalidad de aprovechar los recursos disponibles en acciones de bien común.
Desde el siglo pasado, en la Argentina y en otros países creció, y continúa avanzando. Sus distintas ramas, de los servicios que prestan, demuestran la penetración de los nobles principios que lo sustentan.
Por ello mismo, y conforme con sus preclaros preceptos, al sistema se lo distingue como parte importante de la Economía Social, que avanza con tesón y perseverancia en todo el orbe.
Los impulsos altruistas que le dieron vida, son reconocidos por las más altas instituciones internacionales, y avaladas por los gobiernos que practican la democracia en su más pura acepción. Los propósitos y la esencia de su estructura presentan rasgos, que trascienden lo estrictamente económico.
Su método implica un sano estilo de vida.
Se reafirma el mencionado concepto, recordando que en muchas áreas de la actividad económico-social, el aporte del Mutualismo tiene una gravitación altamente considerada por ilustrados sociólogos y humanistas.
Su accionar contribuyó, en infinidad de comunidades, a ensanchar la clase media y a favorecer la circulación y el ascenso de las clases más bajas.
De esta forma, con un andar sencillo, fácil de practicar, las asociaciones Mutualistas representan un factor decisivo de estabilización y de armonía social.
El sistema no agota sus posibilidades de servicio al hombre y a la mujer, por ser un factor dinámico, sustancial para impulsar el desarrollo cultural. Así mejora a los seres llevándolos a transitar el camino de la hermandad.
En todo argentino, y extranjero radicado en esta parte del territorio sudamericano, existe hoy más que en otras épocas, la inquietud de abrir el camino hacia la implementación de un fructífero orden social. Habrá que redoblar esfuerzos, educar, capacitar, ofrecer asesoramiento, para continuar avanzando por el sendero de paz, integración y equidad.”
NOTA:El presente es un artículo publicado en el Diario “Nuevo Mutualista”, publicación Nº 64.
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“REFLEXIONES Y ACTUALIDADES DE UN DIRIGENTE”
Por: Doctor JORGE RUSIN
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Se remitió el Libro del Dr. Jorge Rusin.
Se lo puede comprar comunicándose con la Asociación de Dirigentes Mutualistas - ADIM:
Av. de Mayo 1353 piso 4º Ciudad Autónoma de Buenos Aires Tel: 4383-2422
E-Mail: adim@speedy.com.ar |
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